La caperucita roja, es uno de los cuentos de hadas más conocidos por la mayoría, al menos en lo que occidente se refiere, era un cuento de origen medieval y de transmisión oral, posteriormente recopilado por varios autores, los más destacados fueron Charles Perrault y los conocidisimos hermanos Grimm. Estos autores modificaron, las versiones originales y quitaron los pasajes más tétricos (Puedes leer la versión de Perrault aquí)

Lo curioso es que hoy en dia si lees estos cuentos, te podrás percatar de que son bastante crudos, los personajes tienen finales muy tortuosos, así que solo imagina que tan perturbadores eran esos primeros cuentos de la caperucita roja, que los europeos del medioevo le contaban a sus hijos.

Digamos que cuentos como este, son reflejo de su época, en ese entonces el mundo era realmente peligroso, adentrarse en el bosque podría significar un peligro mortal, por lo que imagino, que era necesario transmitir a los niños, esos conceptos de manera directa.

La historia que yo leí no era la de los Grimm ni la de Perrault, evidentemente, la caperucita con la que tuve contacto tenía un final feliz al igual que su abuela, por lo que al pasar de los años e intentado hacer mis propias versiones, una de ellas está en mi portafolio y otra la he hecho recientemente rescantandola de un boceto que hice hace un año aproximadamente, es una versión más adulta de la chica.